sábado, 25 de enero de 2014

La infoxicación, un problema al que la escuela debe enseñar a combatir

Procedencia

Nota previa: el contenido de esta entrada recoge básicamente mi participación en el hilo de debate abierto en Diigo sobre "Competencia Digital para gestionar la Sobrecarga Informativa". En su relectura he añadido algunas consideraciones más, seguramente con el resultado de contribuir al exceso que aquí se denuncia
Como se propone en la Actividad 3, el artículo debe incluir al menos tres recursos (links a otros artículos, vídeos, presentaciones,...). Los he incluido al final.
 Nota posterior: Gracias a la evaluación de compañeros (muy generosos por su parte) me he dado cuenta de que olvidé incluir una parte de la tarea: "dos herramientas para mejorar la gestión de la información y cómo la utilizarías en tu aula con tu alumnado". Las he incluido después. Porque me importa especialmente, por coherencia, y por gusto y autoestima mayormente.


Qué duda cabe que el exceso de información y sus consecuencias tóxicas es uno de los temas/problema más relevantes a la hora de reflexionar sobre los enormes cambios que están experimentando las sociedades humanas y sus culturas.

Para entender el problema en su justa medida y distancia, hay que partir de la propia naturaleza humana: superdepredadores para los que la información es vital y la alimentación escasa en los ecosistemas variados en los que se ha insertado desde que salió de las sabanas africanas. En todos los casos, la acumulación de información y comida resultaba fundamental para la supervivencia. Las cosas se trastocaron cuando la escasez se vio sustituida por la abundancia. Las consecuencias en la alimentación de las poblaciones desarrolladas las conocemos todos.

Precisamente, la comparación con el bufete libre de un hotel o un crucero nos puede venir muy bien para enfrentarnos al problema de la infoxicación, y buscar herramientas de cultura que nos permitan enfrentarnos a esa sobreabundancia de información-comida que llega a nuestras múltiples pantallas, evitando sus funestas consecuencias: si en la comida es el empacho y la indigestión, en la cultura se traduce en la acumulación acrítica, la ignorancia y la desorientación.

Si esto es importante para cualquiera de nosotros, para los ciudadanos en proceso de formación y crecimiento que son nuestros alumnos, resulta de vital importancia. De ahí que la escuela debe saber ayudar a sus alumnos a moverse por el proceloso mundo de la información y el conocimiento con brújulas, herramientas y criterios que les permita controlar de forma selectiva los procesos de acceso y selección de información relevante al servicio de la construcción del conocimiento y el crecimiento personal.

La tendencia natural al picoteo, a la distracción perpetua en el vasto universo de la información, como bien ha denunciado Nicholas Carr en su magnífico libro “Superficiales. Qué está haciendo Internet con nuestras mentes”, nos lleva a primar la cantidad sobre la calidad, el impulso sobre la reflexión, el pensamiento superficial, de aguas poco profundas, sobre el pensamiento profundo y crítico.

Es posible que sea la escuela la única institución en condiciones de enfrentarse a esa debacle a la que la sobreinformación está llevando a los individuos y a la cultura de nuestro tiempo. No son pocos los autores que inciden en las consecuencias políticas negativas que suponen para el mantenimiento de la democracia. La sobreinformación, el aturdimiento informativo, que incapacita a los ciudadanos para la asimilación, la reflexión y la crítica, es la mejor forma de censura y control de los ciudadanos.

La escuela, en efecto, es la única institución que puede propiciar algo tan poco natural como el pensamiento profundo y continuado (N. Carr). Y tiene para ello una serie de herramientas y procedimientos que debe conservar y potenciar. Anotaré los que me parecen fundamentales:

  • La lectura en silencio, profunda y continuada, sea en libros o en pantallas (más difícil) . Muchos centros dedican una parte de su horario a esta actividad cada vez más necesaria.
  • Primar la profundidad frente a la acumulación enciclopédica a la hora de enfrentarse a la información. El análisis y comentario pausado de informaciones e imágenes resulta fundamental porque ayuda a frenar, parar y profundizar. Solo la escuela puede propiciarlo.
  • La búsqueda de información guiada al servicio de proyectos elaborados previamente. Dicho así, parece un lugar común, pero todos sabemos de la cómoda omnipresencia de los manuales de materia en nuestras clases.
  • Ayudarles a construirse su propio PLE de una forma organizada y secuencial a lo largo de las etapas de educación obligatoria. Entre tales herramientas, las de búsqueda, filtrado y organización de la información resultan básicas.



"Dos herramientas para mejorar la gestión de la información y cómo la utilizarías en tu aula con tu alumnado".

Los e.portafolios



En mi e.portafolio profesional estas dos imágenes son las que presiden la página de inicio, y resumen mi valoración de su importancia a la hora de enfrentarse al problema de la hiperinformación. Mi trabajo personal con este e.portafolio es lo que me ha llevado a estas conclusiones, que trato de llevar a mi práctica diaria.

Mis alumnos trabajan todos con e.portafolios  desarrollados en Sites Google. En mi e.portafolio profesional tengo una página dedicada al tema, y otra en la que explico la Línea TIC desarrollada en el IES García Bernalt de Salamanca, nuestro centro. 

Para entender mejor la propuesta, podéis ver las plantillas sobre las que cada alumno desarrolla su e.portafolio:
Los e.portafolios se convierten así en el centro desde el que el alumno (y el profesor) desarrolla y controla su itinerario formativo. La idea es que se acostumbren a tener un sistema de selección, control y procesamiento de la información al servicio de la construcción del propio conocimiento y crecimiento personal para toda la vida. 



La "curación de contenidos" sobre problemas sociales del presente.
Enlace
Además de los e.portafolios (y dentro del mismo), utilizo otras herramientas que encajan dentro de lo que se ha venido en llamar de forma poco crítica "curación de contenidos" (¿no puede consensuarse otra palabra como "filtrado", "selección" o "administración"?).

Tengo también en mi e.portafolio una página dedicada al tema, Organizar el Caos, por lo que no me voy a extender.  Tan solo señalar esta página de Scoop.it en la que voy ofreciendo a mis alumnos una selección de informaciones para trabajar en su cuaderno de "Problemas sociales del Presente" (en papel o digital).




Algunos enlaces sobre estos temas
Además de la página Organizar el Caos, donde recojo una buena selección de enlaces,  en mi e.portafolio tengo esta otra: "Saturados de información", donde incluyo además varias referencias bibliográficas de enorme interés para una aproximación al problema con mayor perspectiva.


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